Dando vueltas por ahí llegué al Club de Lulú y el post que leí me hizo reflexionar: ¿qué hubiera pasado si...?, y comencé a recordar...
- nos conocimos en un mundo diferente al que debía haber sido.
- él venía de terminar un laaaargo noviazgo y yo estaba en ese período de terminar una semana y a la otra volvía con mi pareja.
- nos hicimos amigos, nos reíamos mucho; fuimos como socios, nos defendíamos y apoyábamos en las ideas; salíamos, nos tomábamos unos tragos y conversábamos mucho...
- por esas cosas de la vida medio nos emparentamos, él pasó a ser mi Padrino, cosa que le permitió consolidar aún más nuestro vínculo.
- me entregó tiempo, apoyo, me encontraba linda, me regaloneaba y me sentí segura a su lado. De mi aporte... mmmmhhhh, no sé, hay que preguntarle a él.
- no se en que momento pasamos de amigos a algo más..., creo que no necesitábamos ponernos de acuerdo.
- luego llegó el momento de llevar nuestra relación a la etapa sexual y hasta ahí no más quedé..., mi cuerpo y mi mente se bloquearon, creí que el mundo se me venía encima y él me entendió, ahí supe cuanto le quería.
- el tiempo pasó y yo viajé de vacaciones, oportunidad en la cual él comenzó a frecuentar a la que hoy es su esposa.
- cuando regresé, me lo explicó y entendí que ella le daba lo que yo no podía, y luchar contra eso a los veintitantos no es fácil.
En fin, de esto hace ya 11 años, sin embargo para mi cumpleaños, navidad, vacaciones, etc. mi padrino se hace presente con un mail o el teléfono y cada cierto tiempo nos volvemos a ver, nos miramos, nos abrazamos y ese ardor en el estómago que no me deja sino hasta que nos separamos otra vez. Seguimos siendo tan amigos como al principio, se sigue preocupando por mi en detalles y esas cosas que me hacen sentir que le importo aún, nos reímos de nuestras vidas, nos acordamos del tiempo en que estuvimos juntos, me mira como buscando una respuesta y no estoy segura pero creo que él también se debe preguntar: ¿qué hubiera pasado si...?
Estuve con él hace un mes y después de recalcarme que le escribiera y lo llamara, me besó, suavecito como siempre.
