Es cierto, hace mucho que no me he dado el tiempo de escribir..., tal vez sea que mi vida no ha tenido muchos sobresaltos que comentar o tal vez me haya ganado la flojera... Sin embargo, si hay algo que contar:
Gran parte del día lo paso en el trabajo, estoy hablando de 10 horas al día, más 1 de traslados de casa al trabajo y viceversa, si duermo 7 horas me quedan 5 horas para estar en casa con los niños (la hora que me falta la uso para levantarme y quedarme despierta en la cama un ratito), lo que quiero decir es que paso mucho tiempo de mi día en el lugar de trabajo, por lo tanto conozco a muchos de los que aquí vienen a pasar su tiempo en vez de estar con la familia u otros quehaceres... La cosa es que con el tiempo se les toma cariño a las personas, uno se entera de su familia, de sus hijos, de los créditos impagos, embarazos y funerales en fin nos hacemos parte de un entorno común. Lo complicado es cuando se comenten injusticias, desaires, promesas no cumplidas, discriminaciones y cuanto mal rato se pueda imaginar con aquellos que les "has tomado cariño".
En esos momentos he sentido rabia, impotencia y lo que es peor me he sentido cómplice de los ilícitos, puesto que me quedo sin hacer nada por remediarlo, y le he dado vueltas al asunto y luego de tanto pensar llegué al principio, o sea a la madre del cordero, en particular acá ocurren estas situaciones porque no existe una valorización de las personas, de hecho dudo que se nos considere personas, somos como el RESTO, lo que botó la ola, en fin, nos dejan la sensación de que estamos trabajando porque nos hacen un favor y nos regalan la plata.
¿Qué hacer?
Boicot
No con el afan de estropearlo todo, no. La intención es sacar las piezas del engranaje de manera de remecer el sistema, de que si bien es cierto nadie es indispensable, si somos necesarios y somos parte de un TODO. Somos también personas que necesitamos además de una remuneración digna, respeto y valorización por lo que hacemos, que la dedicación, esfuerzo y compromiso con las labores que cumplimos sean consideradas meritorias por los que dirigen y por los que creen estar por sobre nosotros por un simple "nombre".
... Y ya saqué una pieza.
