miércoles, mayo 22, 2013

Cumpleaños


Este mes ha sido en particular ajetreado: vendí mi auto rojito, anduve pechando auto por dos semanas, hablé con mi papá sobre un tema que me tenía bastante intranquila y claro… los cumpleaños.

El miércoles pasado estuve de cumpleaños, el sábado mi hijo y ayer mi mamá… claramente mayo es un mes donde hay 2 factores que se repiten: las tortas y los regalos, no olvidar que además está el día de la madre así que ahí hay otra torta más y más regalos…

Sin embargo, este año en especial hay algo que me sobresaltó. Mi mamá dijo en broma (o yo creí que era broma): ya me quedan 7 años nada más y me voy.

Sentí una tristeza tan grande… como si fuese un plazo voluntario y sin prórroga. Lo único que le dije entre lágrimas fue que No, que me hace mucha falta y que la necesito conmigo.

Mi familia no es muy normal que digamos… bueno creo que muchas familias escapan a la que muestran en televisión. En la mía en particular los besos y lo abrazos no es muy frecuente, al menos no cuando yo era niña y creo que beso y expreso más cariño con más frecuencia a mis papás ahora que antes. Y al igual que muchas familias, mi papá es quien toma las decisiones importantes y ahora que mi hermano y yo ya somos mayores es a él a quien le pedimos consejo y ayuda cuando las cosas toman un ribete de importancia.

Pero mi mamá está ahí, siempre ahí. Cuando tengo pena, cuando tengo rabia, cuando pasan cosas buenas, cuando tengo dudas, todo pasa primero por mi mamá… yo no sé si ella se da cuenta de eso. Cada vez que nos ve que andamos inquietos por algo, ella se da cuenta de inmediato y nos aconseja, nos aguanta las rabietas y también nos consuela y por sobretodo: reza por nosotros.

Mientras pienso en ella, me cuesta sumar los años que tiene, como que no relaciono que yo cumplo y sumo años y ella no. La verdad que a simple vista no parece ser tan mayor… debe ser porque no viste como señora mayor, mi mamá los jeans no se los despinta, es ágil, canta, se ríe, reclama de temas de actualidad y tiene su mundo con otras señoras en la iglesia. Ella no proyecta la imagen de “abuelita”... ella proyecta la imagen de mamá.

Y por lo mismo, siento que siete años más, como dice ella, es muy poco tiempo para que nos deje, para que deje de ser mi mamá.

Edith

PS. Para el día de la madre, falleció la Sra. Lucrecia… a veces creí que le hacía falta una hija y que yo podía haber tomado ese lugar… la extrañaré cuando vuelva al sur.